El otro lado de la moneda

Esta historia es algo que se me ocurrió leyendo la historia ¿Cómo explicar lo que no se explica?. Recomendación Léalo y luego lea este.

Esta historia no me pasó a mi y creo que nunca sucedió así. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia

- - -

Me tomé unos tragos y le dije en la cara lo que en plena sobriedad nunca le habría dicho: " Bueno, ¿y qué fue lo que pasó, nunca supe, por qué nos abrimos?"** Con sus ojos bien abiertos brotó de sus labios un silencio sepulcral. Pero claro, yo no pensaba muy bien con los tragos en la cabeza y así continué con mis necias palabras y le dije: "Es que estás frita, eres demasiado loca y definitivamente tú y yo no podríamos estar juntos. A mí cuando me gusta una vieja me dan ganas de tratarla bien, consentirla y hacerla feliz. Y a ti eso es lo que no te gusta de mí. Tú prefieres alguien que te trate mal. Lo siento yo no soy así y la verdad es que me encantas y quería muchas cosas contigo"** me di la vuelta y me alejé con la mirada abajo, el dolor en el alma de haber dicho algo que tenía atravesado en la garganta desde hace mucho tiempo pero que no debía decir y con la sed incontrolable de otra copa de whiskey.

El sitio estaba lleno de nuestros amigos y todos nos miraban con cara de "Algo pasó" las amigas la rodearon y le preguntaron si estaba bien, pero la había dejado de una sola pieza. Por mi lado le dije a Juan, otro amigo, que me sirviera otro trago. Me preguntó si estaba bien y le dije "creo". Me senté en la mesa del sitio y comencé a mirar la vela, ese fuego que por dentro de mi mirada se consumía en pensamientos que iban y venían recordando cada uno de los momentos que yo le había dado pero que al parecer nunca funcionaron.

Además el destino jugaba de mi lado. Comenzó a sonar esta canción:

La miré, me miró y de una nos fuimos a bailar. Lo hicimos tan delicioso como siempre habíamos bailado. Mis manos en su cadera y ella abrazándome. Tan juntos y apretados como siempre habíamos bailado. Sin decirnos una sola palabra y mirándonos a los ojos, oyendo la canción y transformándola en movimientos deliciosos junto a su cuerpo.

Era la canción perfecta para el momento, tanto la busqué, tanto que le dí y todo esto se convirtió en un completo desamor. Pasé mis manos por su espalda, recorrí su cuerpo por última vez y como queriéndomelo llevar, la pegué toda a mi piel, me impregné de ella, de su mágico olor a princesa, cerré los ojos y con el último pase de esta canción, le di un beso eterno en su mejilla derecha, la solté, recogí mi saco. Me despedí de unos pocos de los amigos que estaban allí y nos veían bailar y salí del lugar casi corriendo. Huyendo de un amor que nunca me correspondió y que entendí bailando, no era el mio.

- - - -

** Fragmentos de la historia original extraido de ¿Cómo explicar lo que no se explica? del blog Princesa Samaria escrito por princesasamaria