05 julio, 2010

Recuerdos

La mañana había comenzado bastante agitada, todos a tu alrededor apuraban, todos corrían y tu con la calma característica de tu ser realizabas cada movimiento con la certeza que todo salía perfectamente. Te bañaste de acuerdo a cada uno de las indicaciones que te habían dado las mujeres de edad de nuestras familias. Miles de hierbas, centenares de aromas recorrían el agua caliente que rozaba tu piel, esa suave y tersa piel que muchas noches acaricié entre los secretos de nuestra relación.

Te vestiste y de forma callada analizabas cada situación, mirabas a tu alrededor y sabías que luego de este gran suceso todo en nuestras vidas cambiaría. Sentías deslizar por tu piel suavemente cada una de las prendas, primero ese ajuar que con tanto cuidado habías comprado para seducirme en la noche, sexy, pequeño y delicado. Las medias que siempre habías soñado y luego ese vestido blanco largo. Hermoso y delicado, único y perfecto. Tu cabello largo, arreglado, cayendo sobre tus hombros, Dios esos hombros, esos hermosos hombros, tan seductores y sexys que inspiraban varios malos pensamientos cuando bajaste de ese carro y te vi a lo lejos. Obvio con tanta gente a nuestro alrededor había que disimular.

Mi mañana había sido bastante diferente, me arreglé pero faltando unas pocas horas para nuestro compromiso, claro tu llevabas horas. Estuve nervioso todo el día y la ansiedad por saber si ibas a aparecer o si ibas a dar el "si", no me dejaban ni pensar. Llegué primero y no paraba de mirar el reloj, todos llegaban, me saludaban y se iban acomodando de acuerdo a un protocolo que juntos detestábamos pero que por complacer a nuestras familias accedimos a complacerlos.

A lo lejos se detuvo el auto negro, con los arreglos y las cintas que indicaban que en este carro venía una hermosa novia a punto de hacer feliz a un hombre que la amaba y daba su vida por ella. Pusiste el pie en el asfalto donde se detuvo el auto, y en ese preciso momento sonó esta canción...

Una canción diferente a la marcha nupcial, la que siempre habíamos pensado que haría perfecto este momento, violonchelos y violines sonando y retumbando en la iglesia mientras tu caminabas mirándome con una sonrisa tímida, tomada del brazo de tu papá, caminabas lento y yo me moría por dentro por que llegaras ya a mi lado, poderte besar y saludar. El protocolo no lo permitía y tenía que esperar a que Dios con su bendición lo autorizara. Cada paso que diste era un recuerdo de todos los hermosos momentos que juntos habíamos pasado, cada paso era una imagen de una sonrisa, un "Te Amo" y hasta de algunas lágrimas que tuvimos que sortear durante lo que vivimos juntos. Todo eso ya era pasado, ahora eramos tu y yo juntos, viviendo un presente y un hermoso ahora como un complemento. Tu mi complemento y yo el tuyo.

Esos eternos pasos por fin concluyeron y allí frente a este altar simplemente Dios bendijo nuestro amor.

7 comentarios:

  1. Morí de amor!
    Creo que esto es todo lo que alguna vez pensamos y soñamos las mujeres para nosotras....Algunas mantienen la idea, otras han replanteado prioridades, pero siempre ha pasado por nuestras mentes

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  2. En definitiva... MUCHO AMOR... mucho amor en este post!!!
    Y la canción uffffffffffffffffffff perfecta!!!

    Aun no entiendo por qué nos haces esperar tanto por tus historias!!

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  3. Todas queremos, aunque algunas nos demoramos en aceptarlo, una marcha nupcial y un vestido blanco!!! :D

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  4. Hermoso post
    Morí.
    La canción lindisima, como siempre buenas historias.
    Un abrazo :D

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  5. Hermoso post..
    ese momento tan lindo, muchos queremos vivirlo.. que emocionante como lo relatas.
    me encanto

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  6. Si te he dicho alguna vez que me encantan tus post? Pues bueno, son geniales!!!

    Muy bonito lo describes, ojalá esos momentos lleguen para los que lo desean.

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  7. Gracias, por describir todo lo que yo senti cuando accedi a dar el Si, me transportaste a ese maravilloso momento en que recorria la iglesia y no existia nadie más que ese hombre que me esperaba al final de ese recorrido interminable.

    En definitiva las cosas llegan cuando tienen que ser y este recuerdo es lo que necesito.

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