Su cumpleaños - Parte III

Se llegó la semana. Esa primera semana de Octubre que antes no tenía ningún sentido en mi vida, pero que a partir de ese año tomó una importancia de perfección inigualable. Pero mi sentimiento de impotencia crecía a medida que se acercaba ese tan anhelado jueves. Frustración y mucha decepción pues la plata que necesitaba para poder ir, darle un ramo de rosas y devolverme fue imposible de conseguir. Bajé los brazos el miércoles y empecé a mirar quien me podría prestar el dinero que me faltaba. No era mucha realmente, pero aún así no la tenía y ese sueño de volverla a ver se fue disolviendo con el pasar de cada minuto. No tenía ni idea de cómo decirle, no sabía qué decirle, cómo explicarle. Peor aún porque esa persona es por la que te mueres, pero esa es la realidad, eres un universitario vaciado que hizo cosas estúpidas por cumplir ese sueño de volverla a ver, depronto lograr un beso. Era muy simple, con una sonrisa me habría vuelto increíblemente feliz.

- - F R U S T R A C I Ó N - -

El día de su cumpleaños, tenía clase sin descanso y desde que me levanté no paré de pensarla, en cómo iba a llamarla y de pronto amargarle el cumpleaños por el sencillo hecho de no haber podido ir. Decidí marcarle en la tarde, yo la había ilusionado con el viaje, y, claramente, lo primero que me preguntó al contestarme fue "¿Dónde estás?" y yo, queriendo morirme tuve que decirle que desafortunadamente no pude viajar. Su reacción no fue la mejor. Lo recuerdo muy bien. Su tono de voz cambió, sus respuestas fueron más secas y en un tono hiriente. Como todo un caballero simplemente atiné a querer arreglar algo con un "Deseo que tu cumpleaños hoy sea maravilloso, pásala muy rico y sal a disfrutar con la gente que te quiere esa noche tan especial" - Su respuesta fría "Eso haré". Enviándole un beso despedí esa conversación y con la peor de las sensaciones me quedé meditabundo, maniatado y con una frustración inmensa por no haber podido viajar. Entré a clase y aunque recuerdo que era una Física IV, nunca recordaré de que trató pues no estaba allí, estaba con la cabeza dándome tumbos y preguntando mil veces ¿Por qué?... La razón por la cual no se dieron las cosas para poder haberla hecho feliz en su día.

Así pasó y en todo ese fin de semana no volví a saber de ella.

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