Día 100 número 28

Llovía muy fuerte, la noche se acercaba, era viernes y estaba muy lejos de casa. Llevaba casi cuatro días durmiendo a la intemperie, estaba en un sitio conocido de día. Oscuro, frio y desconocido de noche. Dios, protegeme. Comienzo a correr y el sol a hacerse más escaso. Busco un sentido, busco una orientación. Miro al cielo y ya es demasiado tarde. La noche ha llegado y las estrellas son las únicas que hacen falta en la noche, pues las nubes las cubren y en medio de ellas solo reluce la invencible luna. Trato de ubicarme y miro a mi alrededor, giro desubicado y busco, busco, busco. Realmente no encuentro, no veo, no entiendo ni donde estoy.

El desespero comienza apoderarse de mi, empiezo a ver sombras, cosas irreales que mi mente produce y en medio del desespero las cree. Estoy solo y grito, grito con todo mi ser, todas mis fuerzas, todas mis energías y allí pierdo la concentración. Me dejo caer sobre un charco, miro hacia arriba y me siento encerrado por los árboles bañados por la fuerte lluvia que ahora incrementa la fuerza. Tengo que buscar como resguardarme, comienzo a correr por el único camino que medianamente decente decide aceptar mis pasos. De la velocidad no me doy cuenta y piso con fuerza el lodo, piso con fuerza el barro y los charcos por los que paso. Sigo corriendo y encima de la montaña, perdido, solo, agitado, me detengo en el borde de una roca. "Menos mal frené" pensé, la caída habría sido muy dura, busco otro camino, pero los árboles, la lluvia y ahora una densa niebla que comenzaba a decender impedían que yo viera alguna posibilidad de salir.

Tengo hambre. Tengo frio, mi camiseta y mi sudadera están completamente lavadas, pero aún así no me rindo. Busco resguardo pero a mi alrededor no había más que agua, arboles, niebla y más agua. Cierro los ojos y me concentro, trato de focalizarme y encontrar un rumbo, comienzo a pensar en que mis buenas energías, en mis alegrías, en mis amigos, en mi familia, en mi vida como ser humano y grito de nuevo con mucha adrenalina y con todas mis fuerzas "AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH" Pienso que ya este grito no es de desespero y comimienzo de nuevo a correr, siento como cada pisada empieza a tener algún fruto en mi camino, ya no me veo tan confundido al pasar junto a los árboles y siento como el viento que antes no había aparecido comienza a llevarme, a guiarme por ese sendero de árboles y barro.

De repente me detengo, miro de nuevo a mi alrededor y pienso: "Pero Jueputa, qué estoy haciendo?" y en ese momento un aullido se oye a lo lejos, suena una y dos veces. No puedo creerlo, llevo corriendo casi toda la noche, no ha parado de llover y hasta mis pulmones están cansados de respirar, he hecho el esfuerzo y que obtengo? más problemas?.

Me siento y comienzo a llorar, esas lágrimas se confunden con la lluvia, tu recuerdo viene a mi mente, eres tu, me haces falta, y ese motor que me mueve se activa y me digo a mi mismo, haciendo una n0ta_mental: "Vos has estado en peores y vas a salir de esta". No tengo celular, no tengo forma de hacerme notar a la sociedad. Simplemente era yo, solo, ahí.

De repente de tanto correr me resbalo, y no podía ser peor, mi pié fracturado comienza a doler. Me duele hasta el alma y si no pienso en una solución pronto, puedo caer en manos de alguna serpiente o de algún animal de los que abundaban en la zona. "Jueputa, estoy solo, no debo rendirme" pensé de nuevo. En pié y como pude comencé a caminar un poco más lento, observando los errores que había cometido durante este recorrido frustrante. Descendí como pude de peñas y peñas que se veían con la luz que proyectaba la luna, esa luna tenue que me había abandonado hacía algunos años fue la que iluminó esa noche. Esa noche en la que encontré mi camino y pude salir de ese bosque. Esa noche en la que encontré y asocié todo lo que había vivido en mi pasado con mi presente y en la que prometí nunca más cometer los mismos errores. Enfrentar los problemas y saberlos sortear. Analizar las situaciones, conocerme y comprenderme. Enfrentarme y confrontarme.

Ha sido un año difícil desde que esto sucedió, aunque esto no haya sucedido fue todo un mundo interno en el que si sucedió. Pero gracias a esto, soy quien soy y he aprendido a conocerme como soy. Evalúo mi actuar y mi andar, medito y reflexiono, me comunico y escucho, observo y analizo. Pero sobre todo crezco. El mundo no va a parar y no se va a parar por mis caprichos. Las cosas no salen como uno quiere, las personas no actuan siempre como uno espera y las cosas tienen solución. Un año en el que FUI FELIZ sin mis errores cerca, sin mis errores atormentándome. Un año en el que construí y reconstruí mi vida personal, laboral y sentimental. A pesar de seguir solo.

Y ahora no quiero quedarme en el bosque, pensando en que los lobos deben llegar pronto y quitarme los sentimientos que yo mismo temía enfrentar: MIS PROPIOS SENTIMIENTOS. Ahora yo enfrento mis miedos, me seco y salgo de ese bosque. Y por más cansado que esté, me quedan ganas de enfrentarme a nuevos retos, sin bajar los brazos y sin rendirme como alguna vez lo quise hacer con mis propias manos.

Los lobos no pudieron, las serpientes tampoco, el bosque me quedó pequeño y ahora necesito nuevos retos, nuevos mundos y con la actitud adecuada podré sortearlos sin tener que caer hasta la densa noche que aturde y no permite ver el camino real por el que se puede sortear su encierro.

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N0tas del autor:

Mi Ruby: Aún tengo la vela naranja me diste que vence mis miedos, que enfrenta mi inconsciencia y que guía mi actuar.

Objetivo: Gozarme el mundo, vivir y disfrutar cada segundo en él y conseguir las metas que me he propuesto.

"Dios, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar las cosas que puedo cambiar y la sabiduría para reconocer la diferencia" - Ruby

"Dios conmigo, ¿Quién contra mi?" - Adri